HISTORIA E CIENCIAS SOCIAIS

26 nov 2011

Los estereotipos machistas perviven en las parejas de adolescentes

El 60% de los chicos y chicas ve los celos como algo normal en una relación, según una encuesta. Algunos de los roles adoptados pueden ser el preludio de episodios de maltrato
ANNA FLOTATS Madrid 24/11/2011
"Primero te dice que no te pongas una falda, luego llega el primer insulto y después viene la hostia". Claudia, de 17 años, no habla por experiencia. Nunca ha sido maltratada y parece que identifica las primeras señales de la violencia de género. O eso cree: "Es normal que mi novio me mire los mensajes del móvil sin que yo me entere", explica acto seguido, "es lógico que le guste saber qué hago". Esa intromisión en la vida privada de la pareja, reflejo de las ideas machistas sobre lo que debe ser una relación amorosa, es cada vez menor entre los adolescentes, pero los estereotipos sexistas siguen perpetuando actitudes de desigualdad entre los más jóvenes.
La prueba está en que el 80% de los adolescentes cree que, en una relación de pareja, la chica debe complacer a su novio, según un estudio de la Federación de Mujeres Progresistas presentado en Madrid. Estos datos, extraídos de 1.396 cuestionarios realizados a jóvenes de entre 14 y 18 años en Madrid y Burgos, demuestran que la idea del "amor romántico" es la base de las relaciones de pareja. Es decir, "la historia del príncipe y la princesa", como relata la presidenta de la federación, Yolanda Besteiro: "La posición de la mujer en el mundo siempre es en referencia a lo que sea el novio, de manera que el objetivo de ella es complacerle a él". Eso explica que tres de cada diez adolescentes encuestados consideren que una mujer se siente "realizada" cuando tiene novio. Además, según el estudio, más del 40% de los jóvenes cree que "el chico debe proteger a su chica" y seis de cada diez considera que los celos son "norma-les" en una relación de pareja.
"Me gusta que me den caña y no me digan a todo que sí", confiesa Omara
"Si se ponen celosos, te están demostrando que te quieren", argumenta Silvia, de 16 años, "lo que pasa es que hay que ponerles límites para que no se vuelvan locos". Durante la hora del patio en el instituto San Isidro de Madrid, Iria cuenta que a su exnovio no le gustaba que ella saliera de juerga. "Yo, para joderle, salía casi todos los días", afirma, "pero tengo amigas que, porno discutir, les hacen caso".
Estas situaciones de control por parte de ellos y sumisión por parte de ellas "pueden suponer el preludio de episodios considerados violencia de género", alerta Besteiro. De hecho, otra chica, Carolina, cuenta como su exnovio lleva varios días plantándose en su casa y llamándola a gritos para que se asome a la ventana. Pero sólo se asoman su padre y su hermano para que el chico, que todavía no ha asumido la ruptura, se vaya a su casa y deje tranquila a Carolina. Ella cuenta la historia un poco avergonzada, pero dice que no le "agobia". Esta actitud tampoco es aislada, porque, según el estudio, los adolescentes suelen vincular la violencia de género únicamente al ámbito doméstico, a las relaciones de pareja y a problemas de alcohol y drogas. Sólo el 21% relaciona esta lacra con el machismo.
Agresivos y valientes
El problema, según la Federación, es que vivimos en una "falsa apariencia de igualdad". Como las mujeres están menos discriminadas que en generaciones anteriores, "ellas sólo se dan cuenta de la brecha de género cuando acceden al mercado laboral", expli-ca Besteiro, "donde son discriminadas en sus salarios" y también cuando quieren promocionar en su trabajo.
Por eso, los adolescentes repiten estereotipos del pasado, que no identifican como machistas. Por ejemplo, la mayoría de entrevistados considera que la agresividad y la valentía son características masculinas. "A mí no me gustan los chicos violentos, pero sí un poco chulitos, malotes", confirma Laura, de 17 años. "Yo quiero que me den un poco de caña y que no me digan a todo que sí", se suma Omara. En cambio, tanto ellos como ellas identifican la ternura y la comprensión como comportamientos naturales de las chicas. Este resultado, advierte la Federación de Mujeres Progresistas, encierra un grave problema, y es que las chicas, "al describir la agresividad como una actitud natural de los hombres, no identifican los episodios de violencia porque los ven normales".
De hecho, un estudio de la Secretaría de Estado de Igualdad ya reveló, hace un año, que casi una de cada diez adolescentes españolas de entre 13 y 18 años (un 9,2%) manifiesta haber vivido situaciones de maltrato por parte de su pareja, como ser insultada, o golpeada. De las 54 mujeres muertas a manos de sus parejas o exparejas en lo que llevamos de año, 16 tenían menos de 30 años. Tres de ellas no superaban la veintena.

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