El 60% de los chicos y
chicas ve los celos como algo normal en una relación, según una
encuesta. Algunos de los roles adoptados pueden ser el preludio de
episodios de maltrato
ANNA FLOTATS Madrid 24/11/2011
"Primero te dice que no te pongas una falda,
luego llega el primer insulto y después viene la hostia". Claudia, de
17 años, no habla por experiencia. Nunca ha sido maltratada y parece que
identifica las primeras señales de la violencia de género. O eso cree:
"Es normal que mi novio me mire los mensajes del móvil sin que yo me
entere", explica acto seguido, "es lógico que le guste saber qué hago".
Esa intromisión en la vida privada de la pareja, reflejo de las ideas
machistas sobre lo que debe ser una relación amorosa, es cada vez menor
entre los adolescentes, pero los estereotipos sexistas siguen
perpetuando actitudes de desigualdad entre los más jóvenes.
La prueba está en que el 80% de los
adolescentes cree que, en una relación de pareja, la chica debe
complacer a su novio, según un estudio de la Federación de Mujeres
Progresistas presentado en Madrid. Estos datos, extraídos de 1.396
cuestionarios realizados a jóvenes de entre 14 y 18 años en Madrid y
Burgos, demuestran que la idea del "amor romántico" es la base de las
relaciones de pareja. Es decir, "la historia del príncipe y la
princesa", como relata la presidenta de la federación, Yolanda Besteiro:
"La posición de la mujer en el mundo siempre es en referencia a lo que
sea el novio, de manera que el objetivo de ella es complacerle a él".
Eso explica que tres de cada diez adolescentes encuestados consideren
que una mujer se siente "realizada" cuando tiene novio. Además, según el
estudio, más del 40% de los jóvenes cree que "el chico debe proteger a
su chica" y seis de cada diez considera que los celos son "norma-les" en
una relación de pareja.
"Me gusta que me den caña y no me digan a
todo que sí", confiesa Omara
"Si se ponen celosos, te están demostrando
que te quieren", argumenta Silvia, de 16 años, "lo que pasa es que hay
que ponerles límites para que no se vuelvan locos". Durante la hora del
patio en el instituto San Isidro de Madrid, Iria cuenta que a su exnovio
no le gustaba que ella saliera de juerga. "Yo, para joderle, salía casi
todos los días", afirma, "pero tengo amigas que, porno discutir, les
hacen caso".
Estas situaciones de control por parte de
ellos y sumisión por parte de ellas "pueden suponer el preludio de
episodios considerados violencia de género", alerta Besteiro. De hecho,
otra chica, Carolina, cuenta como su exnovio lleva varios días
plantándose en su casa y llamándola a gritos para que se asome a la
ventana. Pero sólo se asoman su padre y su hermano para que el chico,
que todavía no ha asumido la ruptura, se vaya a su casa y deje tranquila
a Carolina. Ella cuenta la historia un poco avergonzada, pero dice que
no le "agobia". Esta actitud tampoco es aislada, porque, según el
estudio, los adolescentes suelen vincular la violencia de género
únicamente al ámbito doméstico, a las relaciones de pareja y a problemas
de alcohol y drogas. Sólo el 21% relaciona esta lacra con el machismo.
Agresivos y valientes
El problema, según la Federación, es que
vivimos en una "falsa apariencia de igualdad". Como las mujeres están
menos discriminadas que en generaciones anteriores, "ellas sólo se dan
cuenta de la brecha de género cuando acceden al mercado laboral",
expli-ca Besteiro, "donde son discriminadas en sus salarios" y también
cuando quieren promocionar en su trabajo.
Por eso, los adolescentes repiten
estereotipos del pasado, que no identifican como machistas. Por ejemplo,
la mayoría de entrevistados considera que la agresividad y la valentía
son características masculinas. "A mí no me gustan los chicos violentos,
pero sí un poco chulitos, malotes", confirma Laura, de 17 años. "Yo
quiero que me den un poco de caña y que no me digan a todo que sí", se
suma Omara. En cambio, tanto ellos como ellas identifican la ternura y
la comprensión como comportamientos naturales de las chicas. Este
resultado, advierte la Federación de Mujeres Progresistas, encierra un
grave problema, y es que las chicas, "al describir la agresividad como
una actitud natural de los hombres, no identifican los episodios de
violencia porque los ven normales".
De hecho, un estudio de la Secretaría de
Estado de Igualdad ya reveló, hace un año, que casi una de cada diez
adolescentes españolas de entre 13 y 18 años (un 9,2%) manifiesta haber
vivido situaciones de maltrato por parte de su pareja, como ser
insultada, o golpeada. De las 54 mujeres muertas a manos de sus parejas o
exparejas en lo que llevamos de año, 16 tenían menos de 30 años. Tres
de ellas no superaban la veintena.
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